Desde siempre he considerado que hacer clínica, psicoterapia o análisis, de por sí, ya es un arte. El arte de la escucha, de la observación, de la asociación. Encontrar el sentido metáforico del sintoma, en como se expresa el deseo metonímicamente.
Seguir por los intrincados laberintos del inconsciente y del aparato psíquico, es un Arte. La creatividad, herramienta escencial en el proceso de interpretación. Un desencajarse de los procesos lógicos neuróticos, salirse de los parámetros normales y esperables de un proceso de pensamiento lógico deductivo para comenzar a transitar los misteriosos y oscuros caminos de las formaciones del inconsciente, que en su desciframiento radica el camino hacia la cura.
Desde este pensamiento a integrar las expresiones artísticas como un proceso en donde se exprese la Asociación libre, hay un paso.
Proceso creativo que va entregando los significantes para arribar a una comprensión (interpretación) desde un otro lugar con la misma fuerza y elaboración que puede producir una interpretación en una sesión analítica.
Transitar los caminos de la expresión, de la creatividad, del arte, es andar por la via reggia del inconsciente y del funcionamiento psíquico.
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